Ana Lorente, periodista y socióloga, ha dedicado su carrera a la divulgación gastronómica y enológica en España. Fue redactora en Guía del Ocio durante casi 20 años y colaboró en numerosas revistas y programas de televisión. Es cofundadora y directora de A PUNTO, Centro Cultural del Gusto, un espacio de referencia en formación gastronómica, además de subdirectora de la editorial Opus Wine. Miembro de varias asociaciones profesionales, ha sido una figura clave en la promoción del vino y la gastronomía en España.
– ¿Qué mujeres han marcado su vida personal y profesional? ¿Cuáles han sido sus referentes de liderazgo?
Ana Lorente.- En mi campo concreto, del periodismo gastronómico y vinícola, cuando empecé solo había 3 mujeres con peso: Maruja Callaved, Elena Santonja y Isabel Mijares. He trabajado con ellas y sé muy bien lo que les ha costado.
Del pasado me motivaban la Pardo Bazán o Carmen de Burgos, procedentes de dos clases sociales bien diferentes.
– ¿Cómo valora la representación y rol de la mujer en su sector profesional y laboral?
Ana Lorente.- Veo que poco a poco las mujeres van adquiriendo un papel, incluso directivo, en el mundo del vino y de la restauración. Son una minoría, por supuesto, y una parte de ellas por herencia paterna, en la bodega o restaurante, pero al menos ya no se les cierra el paso o se nos ningunea, como cuando yo empecé en este sector.
– ¿Cuál ha sido su experiencia y vivencia profesional como mujer en el entorno empresarial? ¿Ha detectado barreras y complicaciones para poder promocionar y/o conciliar con su vida personal?
Ana Lorente.- He visto más esa barrera en mis compañeras más competitivas, que a pesar de su talante y conocimiento no han logrado los puestos de responsabilidad de compañeros hombres menos dotados. En mi caso, por ser una rareza en los primeros tiempos, y joven, monilla y de buen talante no he sufrido un bloqueo, solo esos escarceos que considerábamos “normales”.
En cuanto a la conciliación, no tengo hijos y a menudo he compartido mi trabajo con mis parejas, de modo que no me puedo quejar. Pero a mi alrededor y en todos los campos he visto a muchas amigas y compañeras cediendo su tiempo laboral y con él su promoción. No es un tópico, es una realidad . ¿Quien puede cambiarla?. Ese es el debate
– ¿Cuáles siguen siendo los principales retos para consolidar una sociedad y un entorno empresarial donde las mujeres ocupen de forma proporcional posiciones de liderazgo y responsabilidad?
Ana Lorente.- Ante todo habría que modificar los roles sociales, esos impuestos por el patriarcado dominante y centrado en los cuidados y no en la profesión. ¿Cómo?
– ¿Por qué las mujeres no están más presentes en sectores punteros de la economía como el energético, las nuevas tecnologías o la inteligencia artificial?
Ana Lorente.- Por lo mismo, porque al elegir, al formarse, al encaminarse a una profesión, esas no parecen al alcance. Ni siquiera entran en el imaginario. No hay referentes o, si los hay, se les hace desaparecer, por ejemplo, de los libros de texto.
– ¿Cómo podemos revertir desde la educación los sesgos y estereotipos de género que condicionan el desarrollo formativo y profesional de las mujeres?
Ana Lorente.- Con una formación plenamente igualitaria en todos los ámbitos. El primero, en el hogar.
– ¿Qué piensa sobre la importancia de las organizaciones de mujeres respecto a su trabajo en defensa del liderazgo femenino?
Ana Lorente.- Imprescindible. Solo eso, imprescindible.