Día internacional contra el cáncer de mama
El 19 de octubre se celebra el Día Internacional de la Lucha contra el Cáncer de Mama, para sensibilizar y concienciar a las mujeres de todo el mundo, sobre la importancia de realizarse un examen de mamas regularmente, con la finalidad de detectar cualquier signo o anomalía.
Esta efeméride del Día internacional contra el cáncer de mama, ha sido impulsada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), para promover el diagnóstico precoz del cáncer de mama, así como incrementar el acceso de la población femenina a los controles y tratamientos oportunos de esta enfermedad.
Con motivo de este día, desde FEDEPE charlamos (o tomamos un mojito) con Paka Diaz, periodista y creadora de este libro (junto con Mabel Lozano) que aborda varias cuestiones en torno al cáncer de mama.
La pandemia ha retrasado revisiones y pruebas diagnósticas, fundamentales frente a enfermedades como el cáncer de mama o de cérvix. ¿Cómo crees que ha afectado esta crisis a la salud de las mujeres?
Sí, estamos viendo casos terribles como el de Olatz Vázquez, se están retrasando los diagnósticos de cáncer y eso puede suponer la muerte, no lo olvidemos. La pandemia ha puesto de relieve la falta de conciliación y los obstáculos que encuentra la mujer para poderse cuidar. Hay dos cosas que destacaría de esto, como me comentaba hace poco en una entrevista para la revista Woman Eva Barrio Iglesias, directora y psicoterapeuta de Nara Psicología, en esta pandemia las mujeres han tenido que asumir jornadas triples: teletrabajo, cuidados de menores y/o mayores y tareas domésticas. Eso afecta a tu salud mental y a la física. La pandemia ha evidenciado que la conciliación no es real. Las mujeres suelen asumir más, siempre. Eso, y que, durante el último año, el 50% de las mujeres españolas considera que su salud mental ha empeorado, según el estudio ‘La hora de cuidarse y respirar’ del Club Malasmadres. También señalaban que nueve de cada 10 mujeres madres se sienten culpables si se cuidan, piensan que es egoísta y que están quitando tiempo a su familia. ¿Ves la trampa del sacrificio femenino? No solo tenemos que dar más, sino que incluso nos quitamos autocuidados para seguir dando.
¿Crees que hace falta más perspectiva de género en la medicina? ¿De qué manera ser mujer puede condicionar el diagnóstico en consulta?
Totalmente. La perspectiva de género en la medicina es fundamental y las universidades deberían ofrecer formación en género transversal desde los primeros cursos de cualquier carrera sanitaria. Por ejemplo, se calcula que alrededor de un 30% de las mujeres que van a consulta con problemas psicosomáticos podrían estar sufriendo maltrato. Esto se podría detectar con formación en género. Hay estudios que demuestran que cuando un hombre acude con dolor torácico a urgencias se le somete inmediatamente a un electrocardiograma, pero cuando es una mujer quien presenta idénticos síntomas se le da un ansiolítico. Muchas veces los estereotipos hacen que las mujeres estemos sobremedicadas por ansiedad y depresión, cuando igual lo único que tenemos es un problema menstrual. A mí misma el oncólogo me quería recetar un ansiolítico porque le comenté que tenía efectos secundarios con mi medicación como cambios de humor. En realidad, creo que el factor de riesgo que veía el médico en mí era, simplemente, ser mujer. Para saber más sobre este tema, recomiendo mucho ‘Mujeres invisibles para la medicina’ (Capitán Swing), de Carme Valls Llobet, un libro que debería de estar en manos de todas las mujeres.
Desde tu experiencia personal, ¿qué consejos darías a una mujer que se detecta un bulto en el pecho?
Lo primero, no perder tiempo y pedir una consulta. En el cáncer, el tiempo es vida y en el de mama un diagnóstico temprano puede suponer un escenario menos doloroso, puede evitarte la quimioterapia y la mastectomía.
Las tasas de supervivencia de las mujeres con cáncer de mama en España se han incrementado de manera importante en las últimas décadas. Aun así, cuando te diagnostican el cáncer el miedo está ahí ¿cómo afrontaste tú la enfermedad y cómo crees que hay que enfrentarse a ella?
Yo creo que cada una debe de enfrentarse como le dé la gana. Creo totalmente en que la paciente debe de estar empoderada y poder decidir, con toda la información que necesite, cómo quiere asumir su enfermedad. En mi caso, y creo que en otros muchos pasa igual, fue como un duelo. Te cuesta aceptar que te ha tocado el número de la “oncolotería”. Una vez lo
consigues, toca tirar hacia adelante y es lo que hacemos, pero siempre, por favor, respetando los tiempos y el espacio de cada una.
¿Qué nos vamos a encontrar en este libro que escribes junto a Mabel Lozano? ¿Te invito a un mojito es un manual contra el cáncer de mama? ¿una guía de resiliencia y sororidad?
Hemos escrito el libro que nos gustaría haber podido tener nosotras. En él contamos nuestras experiencias personales, sin ningún tapujo, pero además damos mucha información útil: qué pruebas te hacen; el sujetador más barato y mejor para después de la operación; cómo tratar la sequedad vaginal o los efectos secundarios más comunes. Hasta acabamos con recetas super ricas. Todo ello con la seriedad que tiene el cáncer de mama, pero también con mucho humor. Contamos todo como lo haríamos con una amiga, porque así, precisamente, vemos a quien lo lea. Lo vemos como un movimiento de “mojiteras unidas”. A las mujeres, cuando sumamos nuestras fuerzas, no hay quien nos pare.