Doctora en Ciencias Políticas y Económicas, Catedrática de Sociología. Ha recibido el Premio Nacional de Investigación en Ciencias Sociales, Económicas y Jurídicas (2002), y el Premio Nacional de Sociología y Ciencia Política (2018) por sus investigaciones sobre trabajo remunerado y no remunerado, uso del tiempo, salud, situación social de las mujeres, desigualdad y urbanismo. Es doctora honoris causa por varias universidades de España, Argentina y México.
FEDEPE.- ¿Qué mujeres han marcado tu vida personal y profesional?
María Ángeles Durán.- Debo mi carrera a mi madre, que quedó viuda a los cuarenta y dos años, con seis hijos menores de edad. Dedicó gran parte de su vida a conseguir que sus hijos pudiéramos estudiar en la Universidad. Para mí ha sido un modelo de coraje, serenidad y esfuerzo.
A la Universidad Complutense llegué con dieciséis años, y en todo mi tiempo como estudiante universitaria en España nunca tuve una profesora. La primera profesora que conocí fue durante mi estancia en la Universidad de Michigan, como becaria Fulbright. En mi campo profesional he sido pionera, de modo que no he tenido influencias personales directas de otras mujeres. Entre las escasas mujeres que en aquellos años podíamos imaginar como referentes lejanos, citaría a Concepción Arenal y Alicia Webb. Años más tarde he conocido a muchas mujeres magníficas, más jóvenes que yo, en todos los campos del saber. Hemos aprendido y luchado conjuntamente para innovar en el campo científico y en las normas sociales.
FEDEPE.- ¿Qué liderazgos femeninos te han inspirado y qué valores destacarías hoy como esenciales?
María Ángeles Durán.- Me han inspirado más las mujeres corrientes, anónimas, de las que he conocido centenares a lo largo de mi vida, que las famosas: mujeres inteligentes, valientes, creativas, resistentes, generosas. Son mujeres poco visibles que hacen este país mucho mejor de lo que sin ellas sería.
FEDEPE.- ¿Cómo valoras la representación y el papel real de las mujeres en tu sector profesional? ¿Has notado avances en los últimos años o persisten barreras invisibles?
María Ángeles Durán.- En las ciencias sociales y en la arquitectura y la medicina, que son los campos que más me interesan, el cambio ha sido enorme en las últimas décadas. De las pequeñas minorías en los años sesenta del siglo pasado , las mujeres ya son actualmente mayoría del alumnado y más de la mitad de los docentes en los niveles bajos y medios. He tenido la enorme suerte de romper algunas barreras: fui la primera mujer que obtuvo una cátedra en mi campo, la primera que presidió la Federación Española de Sociología y que obtuvo el Premio Nacional de Investigación en Ciencias Sociales, Jurídicas y Económicas. Otras mujeres no han tenido la misma buena suerte, y no ha sido por falta de méritos.
Todavía falta mucho por lograr en lo más difícil: innovar en los contenidos del saber y en las técnicas de investigación, donde la resistencia al cambio es más intensa que ante aceptar la matrícula de mujeres como estudiantes. No hay barreras legales, pero el reparto del trabajo no remunerado en el hogar sigue siendo una barrera real que condiciona los resultados en el ámbito extra doméstico.
FEDEPE.- ¿Qué obstáculos has encontrado en tu trayectoria profesional por el hecho de ser mujer? ¿Cómo has conciliado tus aspiraciones profesionales con tu vida personal?.
María Ángeles Durán.- La conciliación es muy difícil, una pelea agotadora y permanente que atraviesa toda la vida: la conciliación con las necesidades del propio cuerpo, con los afectos, la división del trabajo con el compañero o esposo, el cuidado de los hijos y, al final del ciclo vital, el cuidado de la propia salud y la salud de padres y familiares inmediatos. En mi caso, podría contar docenas de anécdotas, algunas muy divertidas, sobre lo extraño que resultaba hace unos años que una mujer joven viajase sola, sacara el carnet de conducir, o no cambiara su apellido (en los EEUU) por el del esposo. He sobrevivido porque tuve el apoyo de mi familia de origen, de mi marido y de mis hijos, de mis compañeros y directores en la Universidad y en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas. También he tenido que dejar claro que mi trabajo profesional era una prioridad a la que he subordinado en muchas ocasiones el descanso, el bienestar económico y otras actividades a las que hubiera deseado dedicar más tiempo.
FEDEPE.- A pesar de los avances, las mujeres siguen infrarrepresentadas en puestos de decisión. ¿Qué crees que falta por transformar en las empresas y en la cultura laboral para que eso cambie?
María Ángeles Durán.- Cuando se analizan las ideas sobre las mujeres que han prevalecido en la cultura occidental hasta hace poco más de un siglo, el cambio parece increíble. Aristóteles, que fue el filósofo más influyente para la cristiandad, dejó escrito que hay seres que nacen para obedecer, entre ellos las mujeres. Este pensamiento, que suponía fundado en causas naturales biológicas, nos ha costado la patria potestad durante siglos. No se cambia una sociedad por decreto. Aunque los cambios legales sean imprescindibles, hay una cultura subterránea que mantiene posiciones arcaicas, inconscientes. Se refuerza con una estructura económica en la que las mujeres asumen gran parte del trabajo no remunerado. Mientras no se distribuya de modo más equitativo, las mujeres tendrán dificultades para competir. Pero es una cuestión compleja: si la incorporación al mercado laboral o a la cultura significa el descenso de la natalidad, a medio plazo surgen otros desequilibrios sociales graves. Y para muchas mujeres, el acceso a la libertad y la independencia les ha costado un alto precio en soledad.
FEDEPE.- ¿Qué avance reciente en igualdad te parece más significativo o demuestra que el cambio es posible?
María Ángeles Durán.- No son muy recientes, tienen ya más de medio siglo, pero el acceso generalizado de las niñas a la enseñanza y los avances en las técnicas de control de la reproducción han sido los acontecimientos que han revolucionado el camino de las mujeres hacia la igualdad.
FEDEPE.- En un momento de transformación digital en la era de la inteligencia artificial, ¿Cómo podemos evitar que las brechas de género del pasado se reproduzcan en el futuro?
María Ángeles Durán.- Es un riesgo muy real, y hay que luchar con las mismas armas que han dado resultado en épocas anteriores: consciencia del riesgo, implicación de las mujeres en el aprendizaje y creación de las nuevas tecnologías, acción colectiva, campañas en los medios de difusión.
FEDEPE.- ¿Qué papel crees que deben jugar las organizaciones, empresas o instituciones para acelerar la igualdad real?
María Ángeles Durán.- Las organizaciones, empresas e instituciones son muy heterogéneas. Algunas asumen este objetivo de verdad, otras lo combaten abiertamente, y son muchas más las que lo aceptan superficialmente para no resultar políticamente incorrectas y no perder clientela o adeptos. La mayoría de las organizaciones son profundamente jerárquicas, y la posición confortable y atractiva de los líderes se mantiene gracias a la existencia de unas bases, en buena parte femeninas, que les transfieren recursos y poder. En España se han producido cambios importantes en el reparto del poder político en los niveles intermedios, pero nunca ha habido una presidenta del Gobierno, de la Conferencia Episcopal o de las asociaciones de grandes empresarios. Esos son los poderes reales, y por ahora parece poco probable que vayan a promover cambios profundos. Confío más en los cambios inducidos desde abajo, por los propios movimientos de mujeres, que en lo que puedan hacer las grandes organizaciones, desde arriba, para cambiar su propia estructura.
