Rocío Arroyo es CEO de Amadix, compañía biotecnológica española especializada en la detección temprana del cáncer mediante un análisis de sangre. Rocío ha dedicado su trayectoria profesional a buscar nuevas formas innovadoras de prevenir el cáncer, para alargar la vida de las personas y reducir las desigualdades que genera la innovación entre los distintos grupos de población. Es licenciada en Farmacia por la Universidad Complutense de Madrid y MBA por el Instituto de Empresa (IE Business School) y es miembro de varios Comités Científicos y Consejos Asesores para la Innovación y el Emprendimiento a nivel nacional y europeo. En 2022 ha sido la primera mujer en recibir el Premio Nacional de Innovación a la trayectoria por el Ministerio de Ciencia y fue galardonada, el mismo año, con el Premio Europeo a la Mujer Innovadora por la Comisión Europea (EU Prize for Women Innovators), además de ser seleccionada por FORBES como Protagonista del Cambio en 2022.
FEDEPE.- ¿Qué mujeres han marcado su vida personal y profesional? ¿Cuáles han sido sus referentes de liderazgo?
Rocío Arroyo.- Bajo mi punto de vista y por mi experiencia, fomentar el liderazgo de las mujeres, no tiene género, es responsabilidad de todos, hombres y mujeres. Todos podemos marcar la vida personal y profesional de una mujer, transmitirle los valores y darle las herramientas para que su desarrollo profesional sea pleno. Esa persona de referencia, en mi caso, fue mi padre. Nosotras somos dos hermanas y mi padre fue la persona que estuvo siempre apoyándonos en nuestra trayectoria profesional. Nos enseñó a lanzarnos de cabeza y a creer en nosotras, a creer que era posible y que podíamos tener, si queríamos, esa aptitud necesaria para cambiar las cosas, el hizo que nunca me cuestionara el que por que yo fuera una mujer no podría llegar a donde yo quería.
FEDEPE.- ¿Cómo valora la representación y rol de la mujer en su sector profesional y laboral?
Rocío Arroyo.- Tengo la suerte de trabajar en un sector donde la presencia de mujeres está por encima de la media, pero si bien es verdad que un 60% de las plantillas en son mujeres en los puestos de dirección este porcentaje baja de forma considerable, por lo que creo que queda camino por recorrer y tenemos que seguir insistiendo en que hay que contar con todo el talento si queremos evolucionar como sociedad.
En concreto en el área de la investigación hay un factor que intensifica la fuga de talento femenino, ya que normalmente se trabaja por proyecto que tienen una financiación para unos años determinada, pero no se tiene seguridad de lo que pasará después de ese proyecto. Esto genera inestabilidad laboral que se asume los primeros años de carrera, pero si esto inestabilidad se prolonga en el tiempo hace que muchas mujeres que quieren tener una familia opten por otras salidas profesionales que les den más seguridad laboral y dejen a un lado una prometedora carrera profesional como científicas y la sociedad pierde este talento.
Por lo tanto, creo que tenemos pensar como país, en la importancia de la innovación, su financiación y cómo retener los que la hacen posible, los científicos y científicas. En este sentido se están haciendo avances, por ejemplo, desde hace un año los contratos de investigación que eran temporales o por proyecto han pasado a ser indefinidos, medida que en la línea de proporcionar esta estabilidad de la que hablaba anteriormente.
En el sector emprendimiento la situación es peor y diferente. Solo el 6% de las startups en España están fundadas por mujeres, según el mapa del emprendimiento del 2022 realizado en South Summit, y esa cifra está muy relacionada con la visión que se tiene en la sociedad sobre el emprendimiento. Por ello, es fundamental cambiar la imagen del emprendimiento, de que crear una empresa es enfrentarse a una falta de estabilidad, es arriesgado y algo vocacional difícil de aprender… es decir, mensajes que colisionan con el patrón social donde la mujer es la cuidadora estable.
Antes de nada, hay que darle la vuelta a los mensajes y poner en valor que el emprendimiento o el liderazgo permite un desarrollo profesional muy diferente. Tienes la posibilidad de ser el director y actor de tu propia carrera profesional, te permite crear y cambiar el entorno en el que vives, tener una vida donde cada día es distintito y durante la cual desarrollas capacidades que no te imaginabas.
FEDEPE.- ¿Cuál ha sido su experiencia y vivencia profesional como mujer en el entorno empresarial? ¿Ha detectado barreras y complicaciones para poder promocionar y/o conciliar con su vida personal?
Rocío Arroyo.- La verdad es que ha sido un camino intenso y emocionante. Estoy muy agradecida por haberme cruzado con varias personas, hombres y mujeres, que han confiado en mí cuando apenas tenía experiencia, y han sido mis mentores en momentos complicados. Por suerte me ha tocado vivir en una época donde buena parte del camino había sido allanado por nuestras antepasadas. Cuanto a la parte más personal, es cierto que la maternidad no ha sido fácil, aunque mi familia ha entendido y apoyado la dedicación que requiere mi posición en Amadix.
FEDEPE.- ¿Cuáles siguen siendo los principales retos para consolidar una sociedad y un entorno empresarial donde las mujeres ocupen de forma proporcional posiciones de liderazgo y responsabilidad?
Rocío Arroyo.- Creo que el principal reto es la conciliación ya que muchas mujeres dejan de querer seguir creciendo por que se encuentran con dificultades para compaginar sus responsabilidades familiares y profesionales, en un momento muy delicado y puntual de sus vidas. La responsabilidad para con sus familias les fuerza a bajar el listón en la parte profesional y es ahí donde creo que debemos de actuar, en este momento, dando herramientas desde las organizaciones para poder compaginar familia y trabajo.
El segundo reto que tenemos por delante es un cambio social: anclar en las mentalidades que no hay trabajos de mujeres y de hombres, que todos podemos desarrollarnos en lo que queremos si ponemos esfuerzo. Hay muchos estereotipos sociales que desde que somos pequeños condicionan nuestra forma de pensar, incluso con las redes sociales se está incrementando, las niñas en redes sociales realizan tutoriales de cómo hacerse un peinado y niños comentando las novedades del último video juego, y es lo que ven nuestro hijos.
FEDEPE.- ¿Por qué las mujeres no están más presentes en sectores punteros de la economía como el energético, las nuevas tecnologías o la inteligencia artificial?
Rocío Arroyo.- Es cierto que, en un campo tan actual, disruptivo y que está cambiando el mundo como la Inteligencia Artificial, solo uno de cada cinco profesionales es una mujer. Es un dato que sorprende y personalmente me asusta, ya que volvemos a no estar representadas en un área de desarrollo que va a ser básico en la evolución de los próximos años. Creo que hay varios motivos, pero que desde que eres niña, el entrono y la sociedad han estado diciendo que los sectores más “tech” son más de chicos y de forma tradicional, las mujeres hemos estado más vinculadas con actividades de cuidado de la sociedad y por eso se decantan más para realizar carreras socio-sanitarias. Pero creo que motivar y enseñar a las niñas en edad escolar la importancia de las nuevas tecnologías, que comprendan que desde la tecnología se puede innovar en todos los sectores y que dejen de etiquetarlo” como algo de chicos que están todo el día enfrente del ordenador, es muy importante para que cuando tomen su decisión profesional no se estén cerrando puertas. Así evitaremos que la sociedad pierda a futuras mujeres tech que podrían cambiar incluso la forma de ver la tecnología.
FEDEPE.- ¿Cómo podemos revertir desde la educación los sesgos y estereotipos de género que condicionan el desarrollo formativo y profesional de las mujeres?
Rocío Arroyo.- En línea con lo anterior, creo que la educación es uno de los pilares en los que la sociedad se tiene que apoyar para conseguirlo. Es frecuente que los juguetes que reciben las niñas pequeñas no estimulen tanto su mentalidad física-matemática, pensamiento espacial y su curiosidad como los de los niños. Eso las puede llevar a pensar que la ciencia es algo solo de hombres, cuando es igualmente apasionante para todos.
Poco a poco, estamos generando cambio. La mentorización de las mujeres en sus retos profesionales y familiares ha demostrado ser útil, tanto como el trabajar de la mano entre hombres y mujeres para encontrar las soluciones que den más espacio y voz a las mujeres. Por suerte llevamos años haciéndolo y enseñando ejemplos de mujeres que lo han tenido mucho más difícil que nosotras, nuestras científicas antepasadas, y que han llegado muy lejos y tanto, que revolucionaron campos como la medicina e hicieron historia.
Creo que debemos seguir así y, con el apoyo de las instituciones, cambiar los modelos que les damos a las niñas. Empezar a mirar a todas las mujeres que están cambiando el mundo desde el laboratorio o desde sus empresas, que muchas son madres, ayudan a sus padres, a otras mujeres… Hay que transmitir que esa no es una vida aburrida, sino que es una vida especial. Para ello, también es importante dejar de mirar tanto las redes sociales como Instagram y mostrar que otras cosas cambian el mundo. Hay que sacarlas a devorar el mundo real y enseñarles todos los ámbitos que pueden tener un impacto concreto en la vida de las personas.
Por suerte ya lo estamos haciendo de varias formas, con iniciativas en todo el mundo, y también en España, como Inspiring Girls o Inspira STEAM entre otras muchas, acercando a los colegios ejemplos de mujeres líderes en sus sectores, que les cuentan sus experiencias y les sirven como modelo.
Me gusta creer que un día dejaremos de contestar a estas preguntas si de verdad damos acceso a las nuevas generaciones a todo el conocimiento científico y a todos los referentes que existen, hombres y mujeres, para que puedan elegir, sin ser juzgadas o categorizadas en casillas.
FEDEPE.- ¿Qué piensa sobre la importancia de las organizaciones de mujeres respecto a su trabajo en defensa del liderazgo femenino?
Rocío Arroyo.- Es fundamental que existan fundaciones como FEDEPE para aunar fuerzas y dar visibilidad a mujeres con trayectorias profesionales brillantes y que puedan ser referentes de futuras mujeres. Desde una organización se consigue acelerar el cambio ya que la suma de las aportaciones de cada una es sinérgica y tienen efecto multiplicador.
Como decía al principio, nos queda camino por recorrer para impulsar el rol de la mujer en los sectores de base científica y tecnología y es necesario recorrer ese camino juntas. Multiplicando nuestras voces voz y ayudándonos las unas a las otras, podremos conseguir y hacer que ese 6% de starp-ups fundadas por mujeres se convierta en un 50% y que Europa sea el continente con más empresas lideradas por mujeres en 2030.
