Loreto Ordoñez cuenta con una dilatada carrera profesional internacional en el sector energético. En su puesto actual como Consejera Delegada de ENGIE en España, está liderando la transformación del Grupo ENGIE en España para afrontar los retos de la Transición Energética.
FEDEPE.- ¿Qué piensa del movimiento asociativo de la mujer en defensa de la igualdad? ¿Sigue siendo necesario que la mujer se una y cree espacios comunes para tener más fuerza?
Loreto Ordóñez.- El movimiento asociativo entre las mujeres es fundamental para lograr una igualdad real. Hasta que eso no se consiga, siempre va a ser necesario establecer espacios comunes y trabajar de manera conjunta para poder avanzar. Solo hay que echar la vista atrás para comprobar que los grandes avances sociales los hemos conseguido juntas, objetivo a objetivo.
En este sentido, para eliminar las diferencias que todavía encontramos hoy en día, es necesario identificar aquellas situaciones profesionales en las que las mujeres no pueden progresar a pesar de merecerlo, siempre de acuerdo con sus resultados. Para conseguir un cambio real hace falta que la cultura de la sociedad y la mentalidad global evolucionen su visión de los roles sociales, y creo firmemente que podemos conseguirlo a través del esfuerzo y la perseverancia. Pero no es una cuestión que depende solo de nosotras, sino que esta tarea involucra a los gobiernos y a la sociedad en su conjunto.
FEDEPE.- ¿Se ha encontrado con algunas barreras por el hecho de ser mujer a lo largo de su carrera profesional? ¿Qué estrategias cree que deben seguir otras mujeres para llegar a las metas más altas?
Loreto Ordóñez.- En mi caso, he tenido la suerte de cruzarme con muchas personas a lo largo de mi vida profesional que han apostado por mí, que me han aportado grandes valores, conocimiento y formación, y que han incentivado un espacio donde he podido prosperar en mi carrera profesional e ir adquiriendo más responsabilidades que me han permitido llegar hasta mi posición actual. Y también he tenido la suerte de contar con una familia que comprende la dedicación que una carrera profesional como la mía requiere y que me ha apoyado incondicionalmente.
Para progresar a puestos directivos las mujeres debemos apostar por aquellas organizaciones que ofrezcan un entorno de trabajo diverso e inclusivo, donde se promuevan activamente las ideas independientemente del género y de otras diferencias.
FEDEPE.- ¿Cuáles han sido sus referentes en su vida profesional?
Loreto Ordóñez.- Para mí un referente no tiene por qué ser una persona ilustre o destacada, sino que es alguien que te ayuda a ser mejor persona, a superarte día a día y, sobre todo, a vivir la vida conforme a unos principios. En mi caso siempre he tenido un referente claro: mis padres. Ellos me han enseñado la mayoría de las cosas que sé y que me han ayudado a llegar a donde estoy: me han enseñado a valorar la importancia real que merece cada cosa y a vivir de forma coherente según mis principios. Sin lugar a duda, mis padres son mis grandes referentes.
FEDEPE.- ¿Percibe retrocesos en materia de igualdad a consecuencia de la pandemia y la crisis energética, que según distintos organismos nacionales e internacionales, está agravando las brechas de género?
Loreto Ordóñez.- Efectivamente, algunos expertos hablan de que la pandemia ha supuesto un gran paso atrás en materia de igualdad. Hay que tener en cuenta que con la pandemia mucha gente tuvo que llevarse el trabajo a casa, con todo lo que ello conlleva. Hay muchos hogares donde todavía los roles están muy definidos y la mujer sigue al frente del cuidado de la familia, por lo que en el caso de esas mujeres esto supuso un esfuerzo doble. Además, hay otras razones detrás de este retroceso. Uno de los motivos, por ejemplo, es la confianza y visibilidad de las mujeres en el ámbito laboral. Si algunas de ellas ya tenían más problemas que sus compañeros para hacerse oír presencialmente, las reuniones virtuales han complicado todavía más esta tarea.
En definitiva, el aumento del teletrabajo no supone por sí solo una mayor conciliación. Hay que tener cuidado para que esta mayor flexibilidad no suponga un retroceso para las mujeres y buscar la forma de conseguir una conciliación real y aumentar el bienestar corporativo. En los últimos años hemos conseguido hitos importantes en lo que a la igualdad se refiere y estoy convencida de que vamos en la buena dirección. En mi opinión, ni la pandemia ni el teletrabajo pueden frenar el avance de las mujeres en la sociedad.
FEDEPE.- A su juicio, y teniendo en cuenta el impacto de la crisis, ¿qué necesitamos en estos momentos para conseguir la igualdad de género real? ¿Qué cree que habría que reformar, cambiar o adaptar de manera urgente?
Loreto Ordóñez.- Creo que la evolución de la presencia de la mujer en puestos de responsabilidad en las empresas está viviendo un avance imparable, aunque todavía los retos por conseguir sean mayores que las conquistas realizadas. La presencia femenina en los puestos de dirección sigue siendo muy escasa, y esto no está motivado por la formación ni por la proporción de mujeres. Esta situación no es solo injusta, sino que supone una gran pérdida de talento para las compañías.
Para continuar avanzando en la buena dirección, los cambios legislativos por parte del Estado son fundamentales. En España, la equiparación de los permisos por paternidad y maternidad es uno de los éxitos recientes que se han conseguido y que contribuyen de manera significativa a la igualdad real.
Afortunadamente, a nivel empresarial, la diversidad y la igualdad empiezan a ser una realidad y no una simple una idea. La diversidad debe estar integrada en la cultura empresarial de la compañía, y esta es la dirección en la que estamos trabajando desde ENGIE. Somos conscientes de que todavía tenemos un largo camino por recorrer y, por ello, ENGIE está acelerando la integración de las mujeres a través de su Plan Fifty- Fifty, que busca crear las condiciones necesarias para lograr la igualdad en puestos directivos y ejecutivos para 2030.
Vivimos en una sociedad cada vez más diversa, y las compañías debemos tender a ser un fiel reflejo de la sociedad para poder llegar a ser más competitivas e innovadoras. La incorporación del mejor talento femenino va a ser, en este sentido, un factor clave para la viabilidad y futuro de nuestras organizaciones.