La participación de las mujeres en el mundo deportivo, y concretamente en el ámbito de la competición, no ha sido nada fácil. Durante décadas hemos luchado por estar ahí, y aunque ha habido un incremento en la proporción de mujeres en las competiciones, el mundo del deporte internacional sigue estando dominado por los hombres. Hemos tenido que hacer frente a multitud de barreras y techos de cristal, reivindicando igualdad de oportunidades y visibilidad.
El principio, no fue fácil. Uno de los grandes detractores de la participación de las mujeres en las competiciones deportivas fue el francés Pierre de Coubertin, fundador de los Juegos Olímpicos de la era moderna. Él se opuso tajantemente a la participación de las mujeres en los Juegos, porque, según manifestó a varios medios de comunicación de la época, su presencia le resultaba “antiestética” y “poco interesante”.
A pesar de su oposición, este gran evento deportivo abrió sus puertas a las mujeres en el año 1900 en los Juegos de París, donde se agrupó un número impresionante de deportistas, entre ellos, seis mujeres. No solo eran pocas, sino que además participaron en competiciones separadas de tenis y golf y en equipos mixtos de vuelo de globos y cometas. Habría que esperar a 1912 para ver a las mujeres competir por primera vez en natación y a 1928 para verlas en algunas disciplinas del deporte rey, el atletismo.
Fue entonces, en 1928, en Ámsterdam, cuando comenzó la donde finalmente verdadera participación de las mujeres en los Juegos Olímpicos, con cerca de 300 deportistas y acceso a las pruebas atléticas. La participación de las mujeres ha ido desde entonces aumentando progresivamente. En 1976 las mujeres sumaban el 20% de competidores. En 1984, las mujeres comenzaron a correr maratones; conquistaron las artes marciales, por ejemplo, el judo en 1992 y la lucha libre en 2004 y también el boxeo, en 2012.
En 1992 España organizó sus primeros y, de momento, últimos Juegos Olímpicos, los de Barcelona. Fue un acontecimiento único en el que se batió el récord de mujeres españolas en unos Juegos, con 129 deportistas.
En los Juegos olímpicos de Atlanta, en 1996, más del 35% de los deportistas participaban en categorías femeninas. A partir del año 2000 los Juegos comenzaron a avanzar a pasos agigantados hacia la igualdad de género. En los Juegos de Atenas de 2004, en la cuna de los Juegos Olímpicos, participaron 4.329 mujeres, un 40,7% de la totalidad de los deportistas. Posteriormente, los Juegos de Londres establecieron un récord de participación: 4.850 mujeres compitieron, un 46% del total de participantes.
Y este año, 2021, en los Juegos de Tokio volvemos a superarnos: el 48,3% de los deportistas clasificados son mujeres, que pelearán por las medallas ante millones de personas de todo el mundo, en 156 competiciones, 20 más que en los Juegos de Río de hace cinco años. En las competiciones mixta, el porcentaje de participación de las mujeres es incluso cuatro veces mayor que en 2016.
Las mujeres hemos cambiado la historia. Nuestras deportistas han convertido un territorio reservado a los hombres, en un territorio conquistado por las mujeres. Estamos demostrando que somos capaces de brillar en el evento deportivo más importante del mundo, que seguimos batiendo marcas y generando interés y espectáculo para los amantes del deporte.
Sin embargo, aún queda mucho por hacer. Sigue siendo necesaria una mayor presencia y visibilización de los logros de las mujeres en los distintos eventos deportivos y políticas de conciliación. Recientemente, la nadadora española Ona Carbonell criticaba las dificultades que había puesto la organización para seguir con la lactancia de su bebé.
Otra de las asignaturas pendientes es terminar en los medios de comunicación con las preguntas con claros sesgos de género, que, en lugar de centrar la entrevista en cuestiones deportivas, se interesan por la vida personal, el físico o el estilismo de las deportistas.
Las mujeres hemos conseguido grandes logros en el deporte. Desde aquí los reivindicamos y rendimos homenaje, recordando a algunas de las más grandes medallistas olímpicas de la historia.
-Larissa Latynina fue la mujer más laureada de la historia olímpica con dieciocho medallas conquistadas en gimnasia artística, entre 1956 y 1964.
-Jennifer Thompson, la nadadora logró hacerse con 8 oros, tres platas y 1 bronce en cuatro Juegos, de 1992 a 2004. Es la deportista norteamericana con más medallas olímpicas.
-Birgit Fischer, la piragüista alemana consiguió 8 oros y 4 platas entre 1980 y 2004, lo que hicieron un total de 12 medallas.
-Simone Biles, conocida como la mejor gimnasta de la historia de los Estados Unidos, rompe el récord de medallas de todos los tiempos, y ya suma cinco medallas, cuatro de ellas de oro y 1 de bronce.
-Nadia Comaneci, la gimnasta rumana nacionalizada estadounidense conquistó 9 medallas olímpicas de las cuales cinco fueron de oro. Nadia hizo historia por ser un auténtico prodigio de la gimnasia.
-Mireia Belmonte, la nadadora española consiguió hacerse con 4 medallas olímpicas, una de oro, dos de plata y una de bronce.
-Lydia Valentín, la deportista española que compite en halterofilia, logró una medalla de oro en Londres 2012, una de plata en Pekín 2008 y una de bronce en Río de Janeiro 2016.
-Thereza Zabell, considerada una leyenda del deporte de Vela femenino, obtuvo dos medallas de oro, una en Barcelona 1992 junto con Patricia Guerra y otra en Atlanta 1996 con Begoña Vía-Dufresne.
-Miriam Blasco, la yudoca se convirtió en la primera deportista española en ser campeona olímpica, al lograr el oro en Barcelona 1992.
-Las Niñas de Oro de Atlanta, así es como se apodó a la selección española de gimnasia rítmica que triunfó en los Juegos de Atlanta. El conjunto español de gimnasia rítmica formado por Marta Baldó, Nuria Cabanillas, Estela Giménez, Lorena Guréndez, Tania Lamarca y Estíbaliz Martínez, fue campeón olímpico en el año 1996.