Con motivo del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, desde la Federación Española de Mujeres Directivas, Ejecutivas, Profesionales y Empresarias (FEDEPE) queremos expresar nuestra preocupación por la persistencia de una lacra que atenta contra los cimientos de nuestra sociedad.
FEDEPE insta a los agentes políticos a profundizar en el Pacto de Estado contra la Violencia de Género, aprobado por el Congreso y el Senado en septiembre de 2017 y a seguir impulsando las acciones necesarias para erradicar cualquier tipo de violencia contra las mujeres.
El objetivo de estas medidas debe ser conseguir un escenario de “tolerancia cero” frente a quienes atentan contra la vida, los derechos y la libertad de las mujeres, así como garantizar los derechos y protección de las víctimas.
En este sentido, es necesario y urgente:
- Evaluar y mejorar los protocolos de atención a las víctimas de violencia machista para que denunciar sea siempre una garantía y nunca un riesgo añadido.
- Adoptar medidas efectivas y ágiles para garantizar la inserción laboral de las mujeres víctimas de violencia de género. La independencia económica es una medida de protección y en la actualidad está comprometida por el alto desempleo y precariedad laboral que sufrimos las mujeres.
- No culpabilizar a las víctimas. Solo el agresor es responsable de su conducta y quien debe asumir las consecuencias de sus actos y la reprobación pública.
- Proteger el entorno de las mujeres, evitando la instrumentalización de los hijos e hijas y velando por su integridad física y psicológica.
- Ante el creciente uso de las nuevas tecnologías para atentar contra la libertad de las mujeres, poner en marcha campañas específicas de concienciación y buen uso de Internet para hacer frente a riesgos como el “sexting”, el “stalking” o el ciberacoso laboral.
- Garantizar un sistema educativo en igualdad y libre de estereotipos sexistas, donde se fomente el respeto, la diversidad y la inclusión.
- Promover un compromiso firme y global de la sociedad para detectar, aislar y castigar a los agresores porque guardar silencio nos hace cómplices.