CUANDO LA COMUNICACIÓN NO FUNCIONA
En el trabajo, en clase, en la familia …muchas veces queremos establecer un contacto amistoso y productivo con las personas que nos rodean, pero no lo conseguimos. Nuestros esfuerzos por conectar resultan infructuosos y no sabemos por qué. ¿Son ellos o somos nosotros los responsables? Quizás haya problemas por ambas partes.
Es fácil darte cuenta de que algo no va bien. Cuando establecemos una comunicación, hablamos y escuchamos y además lanzamos mensajes ocultos, tanto verbal como no verbalmente, que hacen entender que algo no funciona. Y si la comunicación no funciona, los objetivos que queremos conseguir en cualquier ámbito peligran.
De esta manera, cuando nuestro interlocutor tenga como estilo dominante lo que hemos denominado como “Cumplimiento” percibiremos que las cosas no van bien si se muestran evasivos y plantean cuestiones complicadas con el objetivo de que la reunión, o el encuentro, llegue a su término.
Cuando estamos con una persona caracterizada por el estilo “Dominancia”, nos daremos cuenta de que no está a gusto cuando mira repetidamente el reloj, se inclinan hacia atrás en la silla y constantemente están en descuerdo contigo.
Las personas que tienen la “Estabilidad” como estilo dominante, cuando nuestra comunicación con ellos no funciona, nos pedirán que repitamos la información y amablemente, tratarán de finalizar cuanto antes la reunión.
Por último, cuando nuestro interlocutor tiene como estilo básico de comportamiento el que hemos denominado “Influencia”, percibiremos rápidamente que no hemos conseguido establecer una comunicación eficaz cuando empiezan a observar la habitación y adoptan una actitud hacia nosotros negativa.
Cuida tus palabras…
Las palabras son importantes. Algunos términos y expresiones, dependiendo con quien los uses, lejos de ayudarnos a conectar, nos separan en un instante a años luz de nuestros interlocutores.
Por eso, es necesario darse cuenta de cuáles son esas palabras que tanto molestan y sustituirlas por otros términos que no provoquen reacciones negativas, sino que nos acerquen y concilien. Hay que tender puentes dialécticos para salvar precipicios y poder alcanzar el entendimiento y todos los beneficios que ello conlleva.
¿Cuáles son las palabras que debemos evitar dependiendo de la persona que tenemos enfrente?
Toma nota.
Es cuestión de entrenamiento. Si sabes que ante ti tienes una persona que se caracteriza por el estilo “Dominancia”, es mejor que no utilicemos expresiones como “Según mi parecer…”. Si nuestro interlocutor está dentro del estilo que hemos denominado “Estabilidad”, no le hables de “jugar para ganar” porque no le interesa.
El Target Disc, esa valiosa herramienta
Como decíamos antes, el objetivo es tender puentes, buscar conexiones, no ahondar en nuestras diferencias.
Por eso Target Disc es una valiosa herramienta que nos ayuda a obtener información sobre las tendencias de comportamiento que mostramos nosotros y las personas que nos rodean.
Además, es una herramienta que nos invita a trabajar en nuestras debilidades, para superarlas y a potenciar nuestras fortalezas.
Además, nos aporta una perspectiva amplia del comportamiento que mostramos, no sólo a nivel profesional, sino en los distintos roles que tenemos en nuestra vida diaria: como madre, como amiga, como alumna…Se trata de tener consciencia de nuestro comportamiento y del efecto que tiene nuestra conducta en el resto de las personas.
Cuando somos capaces de reunir toda la información al respecto, hemos dado el primer paso para poder mejorar y cambiar aquellos aspectos que menos nos gustan de nosotras mismas y que tanto pueden perjudicarnos en nuestra vida personal y profesional.
¿Cómo funciona?
Seguro que, a estas alturas, ya quieres saber cómo funciona nuestra herramienta de conocimiento y cambio.
El Target Disc evalúa a través de un cuestionario dos tipos de comportamiento:
- El comportamiento Natural: la forma genuina que tenemos de comportarnos cada una de nosotras
- El comportamiento Adaptado: aquellos comportamientos que adoptamos como
consecuencia del entorno en el que nos encontramos
De esta manera podemos identifican qué conductas son propias de cada persona y cuáles forman parte de su proceso adaptativo.
Gracias a un informe detallado y pormenorizado, podemos concretar el estilo que la persona mostrará tanto en su faceta personal como en su faceta exterior, la dirigida a responder a las demandas del ambiente.
¿Quieres saber más sobre ese informe?
Te lo contamos en nuestro próximo capítulo. No te lo pierdas.